sábado, 17 de septiembre de 2022

Las poses de Mónica

Viene de: “Proyecto Modelo Vivo

Madrid, agosto de 2022



- Hola Alberto, soy Mónica, alumna de las clases de dibujo a las que fuiste como posible modelo ¿podemos hablar? -me preguntó en un mensaje de Skype.


En pocas de mis aventuras eróticas he puesto tantas esperanzas como en aquella sesión a la que fui a probar si servía como modelo desnudo para clases de dibujo. Más o menos sabía dónde me metía pero lo que no me esperaba era el trato extremadamente aséptico que se prodiga en esas clases a los modelos. Esperaba algo de morbo y no había nada de eso, por lo menos en el plano formal, académico. Únicamente un grupo de alumnas me miraron de manera distinta a que si yo fuese una estatua, fueron Mónica y sus amigas.

Cuando leí su mensaje elegí con cuidado las palabras para responder. Después de la frustrante experiencia con su profesora y sin nadie más que se interesase en meses, me quedaba claro que si quería posar en una clase de arte, pero con algo de morbo, ella era la opción más clara que se me había presentado desde que inicié esta aventura.


- ¡Hola Mónica! ¡Cuánto tiempo!

- Hola. Sí. Me habría puesto antes en contacto contigo pero quitaste tu página. Menos mal que Conchita hizo una captura y sacamos este enlace.

- Vaya. Es que Marta me dijo que si quería que me tomasen en serio en este mundillo tendría que quitarla. Era demasiado… erótica y eso no está bien visto en un modelo serio.

- Jajajaja, no se lo tengas en cuenta, Marta es muy purista. Le echamos una bronca por cómo te trató y le dijimos que te tenía que dar una oportunidad.

- ¿Y? -pregunté esperanzado.

- Nada, dice que tu actitud no es la adecuada.

- Vaya, ya vi que mi motivación es un problema jajajaja.

- Pero a mis amigas y a mí eso nos pareció una característica muy positiva y queríamos preguntarte si estarías dispuesto a posar para nosotras.

- ¿Cómo? ¿En otra academia?

- No, en verano no hay clases pero un grupo de amigas nos reunimos en mi casa porque lo echamos de menos.

- ¿Seguís vosotras con las clases de dibujo?

- Dibujamos, charlamos, merendamos, nadamos en la piscina…

- Vamos, que os habéis montado una tarde de chicas con la excusa del dibujo.

- Jajajaja, más o menos, pero dibujamos mucho, aunque en un ambiente más desenfadado.

- Qué bien -dije esperanzado por el rumbo que iba tomando la conversación.

- Pues hemos dibujado de todo, jarrones, bodegones, plantas, a mi perro… incluso a nosotras mismas.

- ¿Vestidas? -pregunté lo más inocentemente que pude.

- Vestidas y desnudas -hemos posado por turnos.

- ¿Y se lo enseñaréis a Marta cuando volváis a clase?

- Los dibujos de nosotras no.

- ¿No?

- No, eso lo tenemos muy claro, es que hemos sido un poco… atrevidas.

- ¿Atrevidas?

- Sí, mira, después de tu visita se inició un debate entre unos cuantos alumnos. Cuando tenemos un modelo desnudo actuamos como si no tuviese sexo, genitales me refiero. No los dibujamos, por lo menos no con el mismo detalle que dibujamos una mano, por ejemplo. Y eso es lo que hemos querido solucionar en nuestras sesiones.

- ¿Os habéis dibujado en posturas guarrillas?

- Pues alguna sí y no queremos que las vea nadie más, que nos conocemos todos joder y no quiero que todo el barrio sepa cómo tengo el coño. Lo que pasa en mi casa se queda en mi casa.

- Lo entiendo. Me parece perfecto.

- Alberto, te cuento todo esto porque ahora nos falta dibujar a un tío.

- ¿Un tío que se deje dibujar en posturas guarrillas?

- Pues sí ¿sería mucho pedir?

- ¿Y que disfrute haciéndolo?

- Eso sería genial.

- Si además me dices que buscáis un modelo gordito y viejo me desmayo ahora mismo.

- ¡Bobo! Tú no eres ni gordito ni viejo, estamos todas de acuerdo en que tienes un cuerpo muy resultón y nos encantaría poder dibujarte.

- No se hable más, tenéis vuestro modelo masculino.

- Pero ten en cuenta que sólo somos un grupo de amigas, posar para nosotras no te hará curriculum.

- Me dará experiencia.

- No te podemos pagar, sólo invitarte a merendar y bueno, a la piscina.

- No lo hago por dinero.

- Y esto… -empezó a decir midiendo las palabras.

- Uy… -dije temiendo lo que venía a continuación.

- En el fondo sólo queremos dibujar. Dibujar de manera algo distinta a lo que hacemos en clase, pero sólo dibujar.

- Sólo dibujar, entendido -confirmé.

- No somos unas marujas buscando rollo… sexo ¿de acuerdo?

- Oye que estoy salido pero no soy tonto. Claro que te he entendido.

- Perdona, pero quería que eso te quedase claro.

- Mira, yo no es que busque sexo pero nunca lo descarto y nunca he obligado a nadie. Sólo iré a posar, pero pesar de lo que dices, si ya que estoy desnudo y a alguna le apetece…

- Mi marido estará en casa mientras te dibujamos.

- Perfecto los tríos me ponen mucho, aunque… si somos varias chicas y dos chicos eso será más bien una orgía.

- Al final vas a ser tan divertido como atrevido -dijo riendo-.  En principio seremos cuatro compañeras aunque igual se apunta alguna más ¿te importaría?

- Para nada. Como si queréis decírselo a algún compañero. No me importa quién esté.

- Compañeros no, pero hay una chica que igual si estaría interesada en asistir.

- ¿No es de vuestra clase?

- No, es fotógrafa.

- Ah, una cosa. No me importa que se hagan fotos, pero que no se me reconozca, que no salga mi cara, esto es algo que hago de incógnito. Y como tú dices, lo que pase en tu casa que quede en tu casa.

- Sí, sí, sin problemas.

- Igual que si alguna dibuja muy bien y se me puede reconocer la cara, pues que no me dibuje.

- No somos tan buenas.

- Lo que ahora pensando, si tu amiga hace fotos de la sesión, me puede venir muy bien para ilustrar el relato que haga en mi página de estas sesiones y también dibujos que me hagáis.

- Alberto, tú mismo lo has dicho, lo que pasa en mi casa se queda en mi casa. Tú móntate las historias que quieras, pero sin detalles que puedan hacer que nos reconozcan, si a ti no te interesa que lo hagan a nosotras tampoco.

viernes, 9 de septiembre de 2022

Proyecto modelo vivo

Viene de ¿ALGÚN DÍA SERÉ MODELO EN VIVO PARA CLASES DE ARTE AL NATURAL?


Madrid, marzo de 2022

Los que me seguís ya sabéis que una de las fantasías que me quedaba por cumplir era posar desnudo para una clase de dibujo. Llamadme raro, pero es una cosa que me daba mucho morbo y la idea fue materializándose charlando sobre ello con una amiga que tiene una escuela de arte.

Al final, en su academia no lo pude hacer por una serie de inconvenientes que ahora no hace al caso relatar, así que decidí liarme la manta a la cabeza y empezar a promocionarme por mi cuenta. Lo primero era saber dónde me metía, porque eso de posar en una clase es más difícil de lo que parece. No me refiero a que te “contraten”, me refiero a saber mantener el tipo durante la clase. Eso era algo que me preocupaba pero que no sabría hasta que no lo hiciese.

Lo segundo era entrar en ese mundillo y ofrecer mis servicios. Me hice una pagina web a modo de currículum, en ella aparecían mis datos, características personales y una galería de fotos. Incluso hice una referencia a ello en mi web de relatos eróticos, porque si todo salía como yo esperaba acabaría contando la experiencia en esta página.

Bueno, y puestos a estrenarme como modelo ¿dónde lo hacía? La opción más adecuada me pareció Madrid. Paso temporadas allí y es lo suficientemente grande como para conservar un aceptable  grado de anonimato.

Lo que no hice fue ofrecerme directamente a las academias que encontré por internet. Me faltaba seguridad. En su lugar esperé que alguien se fijase en mi página, le resultase interesante y se pusiese en contacto conmigo. Luego ya sería asunto mío convencerles de que habían acertado con su decisión.

Después de varios meses sin que nadie se interesase por mis servicios estaba llegando al convencimiento de que mi carrera como modelo nunca arrancaría, por la sencilla razón de que mis servicios no interesaban a nadie. Y cuando estaba a punto de olvidarme del tema, mi amigo Pablo se puso en contacto conmigo:


- ¿Cuándo vas a venir por Madrid?

- A finales de mes ¿por? No me digas que Churri me echa de menos.

- Jajajaja, más quieras tú.

- Y tú, no te jode.

- No, no me jode. No me lo recuerdes, que ya no me acuerdo ni de cómo se hace.

- ¿Entonces? ¿Qué quieres, que quedemos para hacernos unas pajillas?

- Joder, Alberto, no me pongas nervioso que no te lo cuento.

- Vengaaaa... va.

- Pues el otro día me enteré de que una compañera del trabajo colabora con una organización vecinal que organiza actividades para proporcionar una alternativa cultural a su barrio. Ella es monitora en clases de dibujo.

- Hummmm ¿y tienen clases de dibujo al natural?

- A eso voy. Hacen muchas cosas y de vez en cuando dibujos de modelos desnudos. Le hablé de ti y le pasé tu página por si le interesaba.

- ¿Y?

- Y me dijo que sí podría interesarle. Me ha dado un correo para que te pongas en contacto con ella. El resto ya es cosa vuestra.

- Joder, muchas gracias. Hasta ahora no se había interesado nadie.

- Bueno, tampoco se si está muy interesada, pero ya te encargarás tú de convencerla.

- Eso espero.

- Si quedas en algo me avisas, me encantará ir a verte.

- Y a ponerme nervioso, no te jode.

- Sí, muy nervioso te vas a poner tú con lo exhibicionista que eres. Ya se lo he dicho a ella, que nunca va a tener un modelo más motivado.


Bueno, según mi experiencia, no es nada bueno crear grandes expectativas, pero en todo caso su labor de mediación era de agradecer. Decidí no esperar para ver en qué se concretaba todo y mandé un correo preguntando  si podía concertar una cita en las fechas en que iba a estar en Madrid.

Al cabo de un par de días, cuando ya me estaba poniendo un poco nervioso, recibí un correo de Marta, la monitora de dibujo. Me citaba para una tarde en un bar restaurante de Carabanchel. Por lo visto la asociación vecinal dependía de la parroquia del barrio y algunas actividades las hacían en los salones de ese restaurante cuando no se empleaban. Me pareció un poco raro, pero con ir a informarme no perdía nada.