Relatos eróticos. Historias reales e imaginadas. Explorando deseos, compartiendo fantasías. El sexo como leitmotiv.
martes, 30 de abril de 2019
Vacaciones con mis cuñados
Este resumen no está disponible. Haz
clic en este enlace para ver la entrada.
Etiquetas:
anal,
BDSM,
cunnilingus,
deseo,
dominación,
erotismo,
exhibicionismo,
felación,
oral,
primeras experiencias,
sexo,
sexo oral
Ubicación:
28190 Puebla de la Sierra, Madrid, España
lunes, 22 de abril de 2019
El novio de Alba
Viene de “Una sumisa en apuros”
Acabábamos de tener una sesión memorable. Indiqué a Alba cómo hacerse un bondage que se me había ocurrido y el resultado era espectacular. Realzaba todo lo que me gustaba de ella. Los pechos, la vulva, las nalgas… Ella había adquirido ya la habilidad de ajustarse el cordón con la tensión adecuada y siguiendo mis instrucciones había logrado un resultado de sensualidad inquietante, en el que la belleza no evitaba pensar en el dolor que le producía vestir semejante ocurrencia.
No contento con eso le hice ponerse pinzas bordeando las areolas de los pezones y luego en los labios de la vulva, lo que a veces costaba por las cuerdas del bondage.
Luego le pedí que encendiese una vela y se fuese echando cera a lo largo de los cordones, cubriéndolos y soldándolos a la carne. Posteriormente, sin apagar la llama, le pedí que se pusiese la vela en el ano. Quiero hacer hincapié ahora en la dificultad que tiene ponerse uno mismo una vela encendida en el culo. Yo le había explicado cómo hacerlo poniéndose a cuatro patas, con el culo en pompa y metiendo la vela por detrás. A ella sin embargo le iba mejor meter el brazo entre las piernas y llegar hasta el ano rozándose los labios de la vagina. Particularmente me parecía más complicado, pero era su culo y si la iba mejor así yo se lo permitía con tal de que acabase con la vela encendida donde yo quería.
Al terminar fue cuando saqué el tema. No quería, pero sentía que debía hacerlo.
Etiquetas:
Alba_de_Zas,
anal,
BDSM,
dominación,
iniciación,
primeras experiencias,
sexo,
sexo virtual,
sumisión,
webcam
Ubicación:
Madrid, España
viernes, 19 de abril de 2019
Induciendo sueños
Como ya he explicado aquí alguna
vez, creo que sexualmente he sido muy precoz. Mis primeras experiencias fueron
con mi prima. Yo con cinco años y ella con seis. Le miraba el culo y la tocaba.
Luego ella introdujo una variante que encontré muy placentera. Desnudos nos
abrazábamos y nos acariciábamos. Pienso que debió ver a sus padres en alguna
ocasión, si no, no sé cómo se le ocurrieron esos roces. Yo era más básico, ella
más emotiva.
El caso es que desde mi prima, sus
amigas, mis vecinas, mi hermana y sus amigas… en mi infancia he jugado más a los médicos que al fútbol, mucho más.
Desde los ocho años tenía
erecciones prolongadas que despistaban mucho a mi madre cuando me veía el bulto
en el pantalón. ¿Tienes ganas de hacer pis?, ¿te duele? Me preguntaba cosas así
y yo “no” sin entender demasiado por qué me preguntaba eso. Y deseando volver a
irme a jugar con mis amiguitas.
Hasta los doce años no eyaculaba,
así que esas erecciones que acompañaban mis juegos se “aflojaban” solas cuando
pasábamos a jugar a otra cosa. Cuando ahora lo pienso no sé como conseguía
superar la excitación jugando simplemente a otra cosa y sin tocarme el pene
para nada. Bueno, porque en realidad no sabía que se podía hacer algo más.
¿Soy erótico o pornográfico?
El otro día me sorprendió un mensaje directo que recibí por Twitter. Os lo inserto ocultando al remitente, que dicho sea de paso es una persona que me lee pero no me sigue. Lo que tampoco me parece mal. Para mí lo importante es que me lean.
Y digo que me sorprende porque no pensaba yo entrar en el debate de “erotismo versus pornografía” ni pensaba que nadie llegase a esa disyuntiva desde mis relatos.
Es cierto que me defino como escritor erótico y a mis historias lo hago como relatos eróticos. ¿Por qué? Porque pienso que en la experiencia sexual que uno vive, en las historias que recuerdo para vosotros, incluso en las que imagino, no tiene sentido distinguir entre erotismo y pornografía, porque en la intimidad todos somos pornográficos. Por muy romántica que sea la historia, cuando desemboca en sexo acaba siendo pornográfica. Con más o menos variaciones, pero la descripción explícita de una experiencia sexual, incluso de un deseo, siempre es pornográfica.
Es decir el erotismo puede ser el aspecto público y recatado de la sexualidad, la insinuación, el romanticismo, etc. Y la pornografía es el aspecto privado, explicitado según lo vives o lo deseas, de esa experiencia sexual. ¿O es que os imagináis un encuentro sexual que fuese sólo erótico? Pues no, no os lo imaginéis porque no existe. El sexo real, tal y como yo lo pretendo contar, es pornográfico o no es sexo.
Entonces no me preguntéis si soy erótico o pornográfico. Gracias a dios soy las dos cosas, como vosotros, como la vida misma. Y si alguien opina lo contrario que se manifieste, pero más que por mensajes en Twitter os agradecería que lo hicieseis comentando directamente en el blog.
¡Feliz semana santa! Y si follar os hace felices entonces os deseo una pornográfica semana santa.
Una sumisa en apuros
¡No me lo podía creer! ¿Cómo era posible que estuviese pasando eso? Con todas las precauciones que había tomado para tenerlo todo controlado…
Una simple llamada de teléfono hizo saltar todas mis alarmas. Una llamada de Alba.
Había adquirido un móvil con tarjeta de prepago sólo para mantener contacto con mis posibles sumisas. De momento sólo tenía el teléfono de Alba. Sólo lo quería para mandarle un sms si surgía algún imprevisto y teníamos que aplazar o suspender el próximo encuentro, por si se me ocurría algo a ultima hora que tenía que preparar para la sesión… cosas así.
Nunca llevaba encima ese teléfono. Nos veríamos al día siguiente y ya le había dicho todo lo que tenía que tener preparado, así que el móvil hubiese estado apagado y guardado en un cajón si no se me hubiese ocurrido cambiar los tonos de llamada y mensajes que venían instalados por defecto.
Cuando empezó a sonar pensé que era uno de los tonos que estaba probando, pero al ir a cambiarlo me di cuenta que seguía sonando porque era una llamada entrante, obviamente de mi único contacto.
- ¿Alba? – contesté extrañado
- Amo, perdón por llamar… Pero tengo un problema… He metido la pata y no sé qué hacer – dijo ella con voz muy nerviosa.
- Tranquila. Respira y dime poco a poco qué ha pasado.
- Me he metido una zanahoria en el culo y ahora no me la puedo sacar ¿qué hago?
- ¿Qué?
- Quería tener todo listo para la sesión de mañana y como nunca he hecho anal pensé en hacer una prueba antes.
No me preocupé demasiado. Le diría que abriese el culo, hiciese un poco de fuerza y le indicaría cómo coger la zanahoria cuando empezase a salir.
Con las prisas conecté la cámara tal cual. Hasta ahora Alba no me había visto. Sólo una grabación de mi ojo que yo ponía para inquietarla, pero de todos modos este no era el momento de hacer eso, así que dejé que viese mi rostro.
- Lo siento mucho amo – dijo cuando nos empezamos a ver. Si se sorprendió al ver mi cara no lo demostró. Tenía otras cosas de qué preocuparse.
- Vale, vamos a ver esa zanahoria. Muéstrame el culo.
Etiquetas:
Alba_de_Zas,
anal,
BDSM,
dominación,
erotismo,
exhibicionismo,
iniciación,
masturbación,
primeras experiencias,
sexo,
sexo virtual,
sumisión,
webcam
Ubicación:
Madrid, España
miércoles, 17 de abril de 2019
Aprendiendo a ser amo
Viene de “Y me convertí en amo”.

Con Alba las primeras sesiones fueron memorables. Le enseñé a ser sumisa y ella, sin saberlo, me enseñó a ser amo. Aprendemos de las personas con las que nos relacionamos y yo tuve gran suerte de que ella se fijase en mí.
El día que nos conocimos y tuvimos la primera sesión se creó un vínculo especial entre nosotros. Igual que a uno le marca su primera experiencia amorosa a ambos nos marcó intensamente nuestra primera relación BDSM. Fue la primera de verdad para ambos.
Los dos esperamos con expectación nuestro segundo encuentro. Nos comunicábamos por mail y quedamos una noche, dos días después.
- Buenas noches, amo.
Su rostro en pantalla daba una imagen mucho mejor que la primera vez. Estaba con la melena suelta y vestía un sujetador negro. Ambas cosas petición mía. Estaba seguro que el resto de mis peticiones también las había cumplido. Bragas negras y sujetador a juego, zapatos de tacón y una cuerda como único elemento que emplearíamos en esa sesión. Cuando haces BDSM virtual con alguien que empieza lo normal es que no tenga nada, ni juguetes, ni instrumental, ni nada. Por eso sólo le había pedido que tuviese una cuerda. Para el resto de sesiones iríamos echando mano de lo que tuviese en casa, aunque con un poco de imaginación… bastaría.
Etiquetas:
Alba_de_Zas,
BDSM,
dominación,
erotismo,
exhibicionismo,
masturbación,
sexo,
sexo virtual,
sumisión,
webcam
Ubicación:
Madrid, España
martes, 16 de abril de 2019
¡Feliz cumpleaños!
Me cago en todo lo cagable. Soy tonta del culo. No soy más tonta porque no me entreno. Y este hotel puede estar cerca del centro pero no me gusta. ¿Y qué más me da que esté cerca del centro si no me apetece salir?.
Ya verás, el Hotel Príncipe Pío está a dos pasos de la Gran Vía, podrás ir a ver El Rey León, El Guardaespaldas… Joder que no quiero ir al teatro sola y me me han jodido el cumpleaños
Cuando los de recursos humanos le dijeron que tenía que ir a una reunión a Madrid el lunes 16 ya no le gustó. Cuando le dijeron que era a primera hora menos aún y cuando le dijeron que la única manera de llegar era ir la tarde anterior y pasar la noche en Madrid ya se subió por las paredes. Joder, que el 15 era su cumple. Y… ¡es el cuarenta! Joder, joder, joder…
La boba de recursos humanos nunca me había visto enfadada de verdad, pensó Elena, a partir de ese día supo que con ella, cuando se le agitaba la respiración, entornaba los ojos y le palpitaban las sienes era mejor meterse las bromas por el culo.
Si el capullo de Alberto estuviese aún en Madrid habrían tenido un encuentro tan interesante como el de Santiago. Aún mojaba las bragas cuando se acordaba de aquellos dos días. Hoy podrían haber seguido y hubiese sido un cumpleaños ideal. Pero no, el señorito se había tenido que ir a Palma justo hace una semana. Joder también es mala suerte. Lo de Santiago había estado genial, pero Alberto la había tratado con mucha delicadeza. Eso estaba bien, no la había querido asustar, pero si ahora se volviesen a encontrar ella quería ser más perra. Quería sentirse dominada, quería pertenecer al amo experimentado que hasta ahora sólo la había tratado con cariño.
Mientras deshacía la maleta en la habitación del hotel miraba con tristeza el conjunto de lencería que le había regalado. Y el collar de perrita. Y el Lush, el huevo vaginal controlado por el móvil… Esperaba que Alberto se conectase pronto y empezar a jugar con todo ese material. Con él siempre se ponía cachonda. Hoy sola en un hotel tendría total libertad para hacer travesuras, pero pensando lo que podría haber sido si hubiesen tenido un encuentro real, todo eso le sabría a poco. Esperaba un mensaje suyo de un momento a otro, mejor que se fuese preparando.
Su compañero de fantasías sexuales siempre era muy atento. Cuando se enteró de que iba a Madrid le preguntó en qué hotel se iba a alojar y a qué hora llegaba y le hizo un montón de sugerencias sobre cosas qué hacer a esas horas y en esa zona. No tengo ganas de hacer turismo sola, le dijo. Y hasta el día siguiente no me voy a encontrar con nadie. Va a ser un coñazo, me han jodido el cumple pero bien. Bueno, yo te haré compañía le dijo él. Era un consuelo. Venga, anímate Elena, se dijo. Ponte el lush, el conjunto, con el tanga al revés, el collar y mándale una foto por dm, verás qué pronto aparece.
Estaba a medio cambiar, desnuda, cuando llamaron a la puerta.
Etiquetas:
anal,
BDSM,
cunnilingus,
deseo,
dominación,
erotismo,
exhibicionismo,
felación,
historias de Elena,
Lush,
oral,
plug anal,
sexo,
sexo en público,
sexo oral,
succionador de cítoris,
sumisión
Ubicación:
Madrid, España
lunes, 15 de abril de 2019
Y me convertí en amo
Fue la curiosidad más que la libido lo que me llevó a ese mundo. Estaba recopilando información para un estudio que preparaba. El objetivo era comprobar de qué manera influían los entornos virtuales en la conducta de los que los frecuentaban. Ahora es algo admitido y hay muchos estudios sobre ello, pero lo que cuento ocurrió en 2003.
Para recopilar datos me encontré frecuentando varios medios, desde el entonces novedoso universo virtual de Second Life, hasta diversos foros en los que se reunían practicantes de conductas poco habituales, por lo menos cara a la galería.
Me llamaron la atención algunos grupos y recopilar datos para el estudio se convirtió una actividad cada vez más motivante. El grupo que sin duda me llamó más la atención fue el de los practicantes de BDSM, Bondage (inmovilización), Dominación, Sumisión y Masoquismo. Entiéndase que en esa época, mucho antes de la aparición de la trilogía del señor Grey, esas prácticas no eran nada populares y se llevaban a cabo en ambientes cerrados en los que no era nada fácil introducirse si no conocías a nadie allí.
Afortunadamente los foros BDSM de internet eran un entorno más fácil por el que entrar a ese mundillo, así que mi estudio no sólo me proporcionó información sino también una puerta por la que acceder a él.
Creé una sala en el servidor de videochat de Yahoo, entonces uno de los más populares, que se llamaba Estudio BDSM. Quien accedía a la información del sitio se encontraba con el siguiente texto: “¿Quieres participar en un estudio psicológico sobre las prácticas BDSM?, ¿Tienes experiencias que contar?, ¿Te interesa conocer el porqué de tus propias motivaciones? Pasa e infórmate”.
Etiquetas:
Alba_de_Zas,
BDSM,
dominación,
erotismo,
iniciación,
primeras experiencias,
sexo,
sexo virtual,
sumisión,
webcam
Ubicación:
Madrid, España
domingo, 14 de abril de 2019
¿Miedo a volar?
¿Cómo habría sido si me hubiese encontrado a Elena en un aeropuerto? Ella lo imaginó de una manera y yo de otra. A mí también me gusta más la suya, pero es que yo soy muy básico.
---------
- Señorita, se ha de quitar las botas, ahí tiene unos patucos -dijo la vigilante que había en el control- Monedero… cinturón… colgantes…
Con evidente fastidio la chica puso en una bandeja, el cinturón y las demás cosas y empezó a quitarse las botas. Con ese vestido era difícil hacerlo sin que sus piernas… y algo más quedasen expuestas a las miradas furtivas de los que estábamos en la cola cerca de ella.
Entre esas miradas la mía, que de repente me vi cautivado por las maniobras con las que, con celeridad púdica, la chica intentaba quitarse las botas sin hacer un tapón en la cola y sin que todos viésemos el color de las bragas que llevaba.
Y en esas… nuestras miradas se cruzaron. En los ojos de la chica creí adivinar reproche y desprecio “¡viejo verde!”. Los míos serían eso, los ojos avergonzados del que le pillan mirando lo que no debe.
¡Qué vergüenza! A mis años… Mi primera intención fue disculparme. “Perdona, no te estaba mirando. Sólo era por si necesitabas ayuda”. ¡Bueh!… eso era casi peor. Al final es mejor dejarlo así porque cualquier intento de arreglarlo es cagarla más. Total… no iba a volver a ver a esa chica en la vida…
Etiquetas:
deseo,
erotismo,
historias de Elena,
masturbación,
sexo,
sexo en público
Ubicación:
Santiago de Compostela, La Coruña, España
sábado, 13 de abril de 2019
Viaje a casa
La presente historia no ha ocurrido. Es fruto de la imaginación de una… dejémoslo en muy buena amiga de Twitter.
Ella me conoce muy bien, sabe lo que me gusta y escribió esta narración pensando en mí, bueno, en realidad pensando en los dos, pero, por desgracia, cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.
Así que si os gusta recordad que el mérito es suyo, yo sólo me he limitado a adaptar la narrativa al estilo del blog.
--------------------------
Después de patear interminables pasillos durante más de media hora, por fin llegué a la puerta H86, la de mi vuelo a Santiago. No me gusta demasiado volar, los aeropuertos me resultan hostiles y el de Madrid es inmensamente hostil.
Me tocó sentarme al lado de un señor de pelo canoso y barba corta. Parecía serio, pero empezamos a hablar y su conversación era muy agradable. Yo agradecía mucho que me hablara porque en los momentos previos a despegar y aterrizar me pongo nerviosa.
De repente nos dice el comandante por megafonía que el vuelo se aplazaba por motivos técnicos y que nos ubicarían en otro al día siguiente.
Me enfadé muchísimo, una vez que ya estaba sentada en el avión quería pasar el mal trago cuanto antes, además necesitaba regresar lo antes posible.
Afortunadamente a Alberto, que así se llamaba mi vecino de asiento, tampoco le sentó nada bien el retraso. Me dijo que mañana a primera hora tenía asuntos que resolver en Santiago y que iba a alquilar un coche para salir ya mismo, aunque tuviese que conducir toda la noche.
No sé qué cara debí poner porque enseguida se ofreció a llevarme. Vi el cielo abierto porque ya quería volver pronto a casa.
- Genial, prefiero viajar en buena compañía. Mientras voy a alquilar un coche puedes coger lo que te apetezca para comer y beber algo en el camino. Cualquier cosa que se te ocurra, a mí me va bien todo.
Quedamos en una de las entradas el tío apareció con un Audi Q7.
- ¿Qué pasa no había un Clio? -bromeé.
- Tú pagabas la cena y yo el coche.
- Trato hecho, pero no sé si vas a salir perdiendo.
- Ya te digo yo que no.
Etiquetas:
BDSM,
cunnilingus,
deseo,
dogging,
dominación,
erotismo,
exhibicionismo,
felación,
historias de Elena,
iniciación,
lésbico,
masturbación,
oral,
sexo en público,
sexo oral,
sumisión
Ubicación:
Santiago de Compostela, La Coruña, España
viernes, 12 de abril de 2019
La jaula de castidad de Pedro
Viene de la historia "El lush de Carmen"
A estas alturas ya era evidente que a Pedro le excitaba ver cómo otros hombres follaban con su mujer. A veces participaba, pero lo que más le ponía era mirar, sólo mirar. Cuando una chica atractiva te dice “mi marido quiere mirar mientras follamos” tú piensas “bien, que mire todo lo que quiera”, pero cuando estás en ello y el otro sólo mira, no se mueve, no se acerca, no se toca, no se empalma… sólo mira, atentamente, como si lo estuviese grabando todo en su mente… joder, te corta el rollo.
Así que cuando terminas el polvo más raro que has tenido y mira que creí que había visto de todo, cuando terminas digo, te decides a aclararlo todo.
- Pedro ¿me puedes explicar de qué vas?
- No te entiendo.
- Dices que te excita ver a Carmen follar conmigo.
- Sí, mucho.
- Y una mierda. Ni te has empalmado, ni te has tocado ¿para ti qué es estar excitado?
- Pues no sé cómo explicarlo. Pero tengo la necesidad de ver follar a Carmen con otros hombres y que lo haga contigo me encanta. También necesito que me miren estando en esa situación. Me ha gustado mucho que me vieses desnudo ante vosotros, sin tener una erección, sin intentar tocarme… No sé, necesito hacerlo y me hace sentir bien. Bueno, mejor dicho, cuando imagino la situación y no lo hago me siento mal. Luego, al hacerlo se me pasa el malestar y siento un gran alivio.
- Pero tú me has dicho que te excita follar en público y que un día Carmen y su amiga te la comieron.
- Sí, no me malinterpretes. No soy impotente, me gusta follar aunque no me mire nadie. Me gusta que me la coman… pero esto es una situación diferente. Cuando otros hombres están con Carmen me gusta..., bueno, más que gustarme, necesito ser sólo observador y a ser posible que los demás me vean también en esa situación pasiva.
- ¿Habéis ido a sitios de dogging?
- No, no conocemos ninguno.
- En Madrid conozco varios, debajo del Templo de Debod, al lado de La Rosaleda, en la Casa de Campo… aquí en Mallorca sé que se practica en una zona de la playa de Es Trenc, pero tendría que preguntar. No tengo muy claro dónde es.
- ¿Y es seguro?
- Todo lo seguro que es exhibir a tu mujer en el campo delante de un grupo de desconocidos que sólo quieren masturbarse mientras la miran. Sí, es seguro, hay una especie de pacto para que eso funcione. Nadie se mete con las chicas o parejas que se exhiben ni se propasan, para que se sientan cómodas y otro día vuelvan a hacerlo. Si no, a los pajeros se les acaba el chollo.
- Me encantaría hacerlo. Que Carmen se mostrase sola o conmigo, rodeados de tíos pajeándose.
- Ya me imaginaba que te gustaría, como también creo que te gustaría llevar una jaula de pene.
- ¿Eso qué es?
- Como un cinturón de castidad pero para hombres. Es una funda de metal o plástico transparente que se pone en el pene. Se ajusta a los testículos y se cierra con un candado. Con ella puesta puedes mear pero no tocarte y mucho menos follar. Espera que lo busco en Amazon… mira, es esto.
- ¿Y no duele?
- Hay de diferentes medidas, pero más vale que no tengas una erección con eso puesto porque entonces sí dolerá.
- Tengo que probarlo.
- Jajajaja, no sé por qué no me extraña. Se me ocurre una idea, a ver qué os parece.
- Uffff, a ver, que cuando te pones a pensar…
- Pedimos una jaula de esas y nos vamos a estrenarla a una playa nudista. Es Trenc creo que será la mejor. Nos ponemos en bolas y tú con la jaulita, paseando playa arriba y abajo.
- Ufffff y allí hay kilómetros.
- Por eso lo digo.
- Ahora mismo lo pido y en cuanto lo tenga vamos.
- Y tú Carmen ¿qué opinas? Que estás muy calladita.
- Que no sé de dónde sacas esas ideas. Me tienes alucinada.
- ¿Pero te gusta o no?
- Mucho y no sé cómo lo haces pero sólo de oírte me pongo perra. Pedro, deja la tablet, coge el mando del Lush y siéntate ahí que te voy a comer la polla. Y tú, señor ideas, haz el favor de follarme el culo como tú sabes.
- Pedro, me encanta tu mujer, es de pocas palabras, pero cuando habla no tienes más remedio que darle la razón.
- ¡Que me folles ya, coño!
- ¿Que te folle el coño?, ¿en qué quedamos?
- La de tíos que matarían por follarme el culo y este borde se dedica a vacilar.
- Mmmmm ¿de quién es este culito?
Etiquetas:
anal,
BDSM,
cunnilingus,
deseo,
dogging,
dominación,
erotismo,
exhibicionismo,
felación,
iniciación,
masturbación,
oral,
Pedro y Carmen,
primeras experiencias,
sexo,
sexo en público,
sexo oral,
sumisión,
swinger
Ubicación:
Es Trenc, España
martes, 9 de abril de 2019
La Churri de Pablo
Este resumen no está disponible. Haz
clic en este enlace para ver la entrada.
Etiquetas:
amateur.tv,
anal,
cunnilingus,
deseo,
erotismo,
exhibicionismo,
felación,
iniciación,
masturbación,
oral,
primeras experiencias,
sexo,
sexo oral,
sexo virtual,
sexting,
swinger,
webcam
Ubicación:
Madrid, España
Suscribirse a:
Entradas (Atom)